Jalpa
Rufino Rodríguez Garza.
Hace unas semanas salimos a explorar áreas de General Cepeda bajo la dirección del amigo Juan Gamboa. Éste buen hombre conoce muy bien su comunidad y los alrededores, es un líder nato, viste de mezclilla, complexión delgada, pelo largo, piocha y un viejo sombrero útil para protegerse de los fuertes solazos de nuestro semidesierto.
Amigo de José Luis García Valero y del doctor Carlos Manuel Valdés Dávila, siendo éste último el que le hizo llegar nuestro más reciente libro: “Atlas de los indios de Coahuila”, por lo que es un deleite platicar con alguien que conoce el tema y sabe donde existen pinturas y grabados.
Luchador social, se unió a la gente de Noria de la Sabina que no quieren el CIMARI (basurero de desechos tóxicos) en sus terrenos.
Piensa que en Jalpa hace falta un museo, aunque no le gustaría encabezarlo, lo importante es que conoce el ejido al dedillo y no sólo eso sino también la topografía de las comunidades vecinas. Gracias a él fuimos a una cueva de la loma La Bolsa, que no es más que un pequeño refugio con pinturas, las cuales son pocas, con motivos geométricos y celosamente vigiladas por un enorme panal de abejas que por el frío y la humedad ni caso nos hicieron.
Allí procedimos a tomar las fotos correspondientes, (de las pinturas y del panal), dibujos y coordenadas.
El cerro El Jocoque o La Jococa, según el INEGI o los vecinos del lugar, también conocido por El Picacho, es un referente para la localización de estas pinturas, además de que en sus alrededores hay grabados donde destaca una hermosa representación del planeta Venus, rodeada de una enorme cantidad de peyotes, que los chamanes utilizaron para sus mitotes, alterar su estado de conciencia, predecir el futuro y hacer eventos propiciatorios, tanto para la cacería, la lluvia o la salud y la fertilidad.
Los grabados no son abundantes, aunque los pocos localizados son de una hechura digna y hermosa. Pudimos observar un minigeoglifo, un círculo de piedras donde pudo ser un observatorio para la cacería o para la defensa contra otras tribus o un sitio para tomar energía.
Escondida, entre el lomerío, vimos una majada de ganado menor, con sus corrales y sus perros que ayudan a los pastores a cuidar el atajo de cabras.
Gracias a Juan Gamboa observamos un nuevo sitio de huellas de dinosaurios y varios lugares con vestigios de adrosaurios.
Subir al lugar de pinturas tiene alto grado de dificultad pues la loma está muy empinada; el uso fue para eventos rituales aunque por lo ahumado de la “cueva” inferimos que también tuvo usos habitacionales.
Con el amigo Gamboa iríamos a otros sitios pero una llamada intempestiva al compañero Ventura acortó el viaje, un familiar cercano falleció; quedó pendiente un sitio con grabados donde destaca un bisonte.
Los bisontes que hemos visto en el arte rupestre de Coahuila son en su mayoría pintados y localizados en municipios del norte de nuestro estado, tal es el caso del abrigo San Vicente en Zaragoza, o Altamira en Ocampo y El Consuelo en Acuña; en General Cepeda y Ramos Arizpe sólo hemos localizado huellas grabadas por lo que éste será un vestigio importante para la arqueología de Coahuila y de México.
Otro sitio que quedó pendiente es el de Santa Inés donde nos dicen que hay pinturas, grabados y vestigios paleontológicos. A partir de este 2017 y si tenemos para la gasolina, estaremos aproximándonos a Jalpa para desde allí explorar esos nuevos lugares que serán prometedores.
En General Cepeda se localizan otros sitios con pinturas; en una de tantas pláticas con el Prof. Carlos Cárdenas me decía que en este municipio no había pinturas, que sólo existían petrograbados. Pues explorando localidades hemos ido registrando sitios con pinturas. El más destacado es un tablero de un metro cuadrado en el que los nativos plasmaron manos en color rojo en la técnica que conocemos como en positivo, se observan manos pequeñas, grandes y quizá de niños. La ubicación es precisamente en Jalpa.
Otros sitios destacados de pinturas se localizan en los márgenes del Arroyo de Patos, por ejemplo una pintura policroma (colores rojo, blanco y naranja) en los alrededores del ejido Gavillero. No lejos de allí, pero hacia el sur, se ve otra pintura en rojo con motivos geométricos aunque muy maltratada por las inclemencias del tiempo; sobre el arroyo de Patos, por Puerto Margarita, hay un tablero en rojo con motivos rupestres y hacia el norte sobre el mismo arroyo, hay dos sitios mas a la altura de la comunidad de San Antonio del Jaral.
Otro sitio que vale la pena mencionar es el Cerro del Gallo donde se observan pinturas y petrograbados. Aquí las figuras son geométricas, pero con colores rojos y amarillos. Este sitio es importante por estar justamente en la división de los municipios de Saltillo y General Cepeda. Otro sitio de que tenemos noticia se localiza al norte de la comunidad de las Coloradas. Como podemos ver en este municipio si hay pinturas, y con suerte se irán localizando otros lugares conforme se generalicen las exploraciones.
En Jalpa se cuenta con una capilla y en torno a este hecho se ha tejido toda una leyenda de apariciones que en próxima colaboración abordaremos.
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